** CALENDARIO ECOLOGICO**

EL PRESIDENTE CALDERÓN EN LA CONMEMORACIÓN DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA TIERRA - Discurso del 22 abr 2009

Gracias, muy buenas tardes, amigas y amigos.
Señor licenciado Félix González Canto, Gobernador del Estado de Quintana Roo. Gracias por su hospitalidad.
Señor Diputado Luis Alberto González Flores, Presidente de la Gran Comisión del Congreso del Estado.

Magistrado Carlos Francisco Sosa Huerta, representante del Tribunal Superior de Justicia del Estado.
Ingeniero Gregorio Sánchez Martínez, Presidente Municipal de Benito Juárez. Gracias por su hospitalidad.
General de Brigada Servando Centella Pérez, Comandante de la XXXIV Zona Militar.
Vicealmirante Carlos Octavio Angulo Jiménez, Comandante de la V Regio Naval.
Jóvenes estudiantes del Tecnológico, muy buenas tardes a todos ustedes.
Amigas y amigos:
Me da mucho gusto iniciar esta gira por el Estado de Quintana Roo, que será una gira muy intensa con diversos eventos, fundamentalmente vinculados a programas puestos en práctica en nuestra Estrategia de Limpiemos México.
Pero iniciar, precisamente, porque es el día, se trata del Día Mundial de la Tierra.
Una fecha que se conmemora hace 40 años y que nació como una forma de acción para frenar la contaminación y el deterioro del medio ambiente.
A todos nos consta, amigas y amigos, y vale la pena recordar: el mundo está viendo caer viejos paradigmas. Una falsa creencia todavía vigente, por cierto, y por desgracia en nuestro país y en muchas partes, de que podríamos abusar de la naturaleza sin pagar las consecuencias. Eso nos ha llevado a una crisis ambiental sin precedentes.
Por eso, es muy positivo este año la Celebración del Día de la Tierra tenga como un tema central la generación verde; porque es a la generación de jóvenes de nuestro México, a los que les toca, ciertamente por una parte, sufrir los errores que muchas otras generaciones han cometido, incluida la nuestra, pero también el encontrar la manera de generar una conciencia colectiva poderosa, para precisamente revertir este enorme deterioro.
Las generaciones venideras, las generaciones verdes, están llamadas a construir un mejor futuro para la humanidad.
Y por eso, en la Administración del Gobierno Federal, decidimos que la política ambiental no sea una política de ornato, de complemento, sino que la convertimos en una parte fundamental de todas las políticas públicas y que debe regir, precisamente, todas las acciones de Gobierno.
Por eso estamos avanzando en varios frentes: Uno, por ejemplo, en la tarea de conservar los ecosistemas más representativos de México. Hoy en día, más de 23 millones de hectáreas, más del 10 por ciento de la superficie nacional, han sido declaradas áreas naturales protegidas; es decir, el 12 por ciento para ser precisos del territorio nacional.
De ese total hemos decretado cerca de un millón 100 mil en lo que va de esta Administración, eso equivale al 37 por ciento de la meta para todo el sexenio de decretar tres millones de hectáreas protegidas para 2012.
Como ustedes recordarán, amigos, aquí en Quintana Roo, en febrero del año pasado, decretamos como área de protección de flora y fauna las más de cuatro mil hectáreas del manglar de Nichupté.
Esta superficie en su totalidad fue donada por FONATUR a SEMARNAT, para que a través de la Comisión de Áreas Naturales Protegidas, se fortalezcan las acciones de conservación y protección. Es el área que está justo atrás de ustedes, alrededor de la laguna de este lado de la ciudad.
Asimismo, algo que les anticipo, que muy pronto estaremos publicando otro decreto muy importante para Quintana Roo y para la tierra, diría yo, es el decreto de la reserva de la biosfera del tiburón ballena que, precisamente, se preserva o debe preservarse, más bien, en esta región marina de México.
Se trata de una porción marina de cerca de 146 mil hectáreas, que resguardará una de las áreas de concentración de tiburón ballena más importantes del mundo; desde luego, la más importante de México. De ahí la importancia de poder hacer este anuncio, precisamente, aquí en Cancún, Quintana Roo.
En segundo lugar. Hemos realizado esfuerzos históricos para preservar y recuperar la cubierta forestal del país; así, por ejemplo, se han incorporado casi tres millones, tres millones de hectáreas de bosques y selvas al manejo técnico forestal en sus distintas modalidades.
Se promueve, por ejemplo, el pago de servicios ambientales para que la gente que está vinculada a los bosques y selvas, sean silvicultores, sean comunidades indígenas, reciban un ingreso, al mismo tiempo, que cuidan nuestros recursos forestales.
Y aquí hay un punto importante porque se trata de hacernos cargo de la tierra en todo su proceso. Hay hectáreas, por ejemplo, en el país, que están tan erosionadas por la irresponsabilidad humana o por las propias condiciones climatológicas, que para poder recuperar esas hectáreas hay que primero recuperar la capa de suelo que se ha perdido y que se ha erosionado.
Y para ello, por ejemplo, se requiere poder o nivelar los terrenos y, generalmente se nivelan de una manera lo más natural posible, por ejemplo, poniendo cactáceas, por ejemplo, en el altiplano de nuestro país, en zonas erosionadas tiene que hacerse primero un terraceo a base de linderos con magueyes y otras especies susceptibles de poder resistir las condiciones tan adversas.
Eso es una etapa de conservación. Había incluso quien criticaba que los programas del Gobierno Federal llegaban a considerar eso como una parte de conservación el hecho de usar cactáceas, por supuesto que lo es, por supuesto que lo es, no sólo para recuperar los suelos erosionados, sino también en todas las regiones del país donde climatológicamente las únicas especies arbóreas o de plantas son cactáceas.
Evidentemente que un espíritu y una norma del Gobierno Federal de carácter técnico y de política pública es, precisamente, poner especies adecuadas a las regiones y a los microclimas y a los ambientes en donde esas especies deben desarrollarse.
Hay otras áreas donde ya está recuperado el suelo o donde no está tan deteriorado por la erosión el suelo y entonces sí se puede generar, precisamente, por ejemplo, el recubrimiento con pastos, que permiten evitar una posible erosión; y posteriormente, otras con menor grado de deterioro donde puede, por ejemplo, procederse a una reforestación.
Pero el énfasis que quiero subrayar es que el esfuerzo del Gobierno Federal es un esfuerzo integral por recuperar las hectáreas que por cientos de miles, millones ya, hemos perdido en el país a través de décadas y años y años de inacción.
Nosotros estamos trabajando seriamente por, precisamente, recuperar literalmente el terreno perdido. Y además, estamos promoviendo el pago por servicios ambientales, porque nuestra política no se trata de buenas intenciones nada más, se trata de que la gente, generalmente la gente más pobre, comunidades indígenas de México, lo mismo comunidades mayas, como las que han hablado hoy aquí, como comunidades purépechas en mi tierra, que están en la Meseta Purépecha o Meseta Tarasca, según esta palabra acuñada por los náhuatl, acuñada por el coraje, además, de que nunca pudieron someter a los purépechas, pero bueno esa es otra historia.
O lo mismo la zona mixe o la mixteca oaxaqueña, una de las zonas más devastadas por la erosión en el país, en fin. Las comunidades indígenas propietarias de selvas y bosques o de áreas forestales son, paradójicamente, viviendo en las zonas más ricas de México por sus recursos naturales, son las más pobres.
Y lo que tenemos que hacer es pagarles a ellos por preservar los bosques, que nos permiten tener agua y oxígeno.
También es importante estar aquí en Quintana Roo por otra razón, amigas y amigos, precisamente en abril. Por qué razón.
Porque sé que Quintana Roo cada abril de cada año y, particularmente en este, sufre los incendios de su selva y de su capa forestal.
Hoy mismo, por ejemplo, en lo que va del año, se han extinguido cerca de 50 incendios de diferente magnitud, que afectaron un total de 636 hectáreas.
Actualmente tenemos, probablemente, unos 28 incendios más, los estamos monitoreando muy de cerca; cinco de ellos están, precisamente, en el Municipio de Benito Juárez.
Y quiero decirles, amigos, que estamos trabajando intensamente y de manera coordinada con el Gobierno del Estado para sofocar estos incendios y esperamos que pronto puedan quedar extinguidos.
Hay varios factores que yo quiero comentar aquí. Unos de carácter natural y que probablemente sea un buen ejemplo o un ejemplo nada más, no lo califico, del ciclo de deterioro que genera el daño humano.
Por ejemplo, el calentamiento global, que es esa emisión descabellada, desproporcionada que la humanidad hace de gases de carbono, de humo, con las emisiones desde los coches que utilizamos, de las fábricas y, en este caso, los incendios que son una gran emisión de dióxido de carbono a la atmósfera.
Se calcula que el calentamiento global se provoca, algunos dicen que el 20 por ciento y otros que hasta el 30 por ciento, es por los incendios en el mundo.
Eso provoca que la Tierra con ese humo, ese carbono, tenga una cubierta que actúa literalmente como un invernadero, como un suéter que se pone en la atmósfera, que no deja que salga el calor y entonces la Tierra se sigue calentando.
Como este fenómeno del calentamiento global ocurre, una de las cosas que produce, es que la temperatura promedio en la Tierra se esté elevando.
Hay quien dice que se elevará dos grados, hay quien dice que se elevará seis, hay quien dice que medio grado, pero se está elevando año con año, cada vez hace más calor en promedio y además lo sentimos. Y eso provoca muchos daños.
Desde las cumbres altas y nevadas, por ejemplo, las cumbres de Los Andes, me comentaba Evo Morales, a quien vi recientemente en Bolivia, que las montañas nevadas de La Paz, parte están ya sin nieve.
Lo mismo que está ocurriendo en la Ciudad de México con las montañas del Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, que en este momento ya no tienen nieve, por lo menos la parte glacial que se formó en millones de años.
O bien, lo que está pasando en los mares, que éste, entre el derretimiento de los polos y el calentamiento del agua, las cosas mientras más temperatura tienen se expanden más sus moléculas; eso provoca que aumente poco a poco el nivel de los mares, lo cual puede producir que muchas ciudades en el mundo, incluyendo Cancún, puedan, entre los próximos siglos, tener el riesgo de desaparecer.
O bien, que muchas especies se pierdan o bien otro fenómeno, y como está más caliente el agua, hagan de cuenta, muchachos, cuando se pone en la estufa a calentar agua, si el agua que se pone es sacada del refrigerador tarda mucho más en calentarse, pero si es un agua que ya estaba tibia, se calienta mucho más y hierve mucho más rápido.
Qué tiene que ver esto con la temperatura del mar.
Que la temperatura del Mar Caribe, que está más templada o tiene más temperatura que usualmente, eso provoca que los cambios de viento y de temperatura que generan los huracanes se formen mucho más rápido y por eso los huracanes son cada vez más frecuentes y cada vez más violentos.
Durante décadas, un huracán grave categoría cinco, se presentaba cada seis o siete años. Aquí en Cancún pasaban con cierto espaciamiento; pero en los últimos años pasan cada vez con más frecuencia. El Wilma en el 2005 y el Dean en el 2007, y hubo otro en el 2007, al final, que finalmente pasó rozando, no recuerdo como se llamaba, Gobernador.
Había otro al final de 2007.
Ah, es cierto, el Huracán Félix.
Pudo haber hecho mucho más daño. Ahí lo dejamos.
En fin, voy a salir del, bueno, por qué digo que es un buen ejemplo, un buen ejemplo es de que si empezamos con que los. Ah perdón. Este huracán, sobre todo el Dean, destrozó una buena parte de la parte boscosa, selvática más bien, arbórea de la Península de Yucatán.
Veíamos en el helicóptero cuando íbamos con el Gobernador, recuerdo, viendo los efectos del Huracán Dean cómo estaba destrozada totalmente una franja de varios kilómetros al norte de Chetumal.
Y esto qué tiene que ver.
Como esos árboles, esa madera está trozada en la selva, está seca, eso provoca que haya más incendios más fácilmente. Entonces, se cierra el círculo, los incendios forestales, el humo, provoca calentamiento global, que calienta la atmósfera, que altera el clima y eso provoca huracanes más fuertes que destrozan la selva y esa selva destrozada genera todavía más incendios.
En esa espiral es donde peligra la Tierra o más que la Tierra, quienes vivimos en ella y es, precisamente, lo que con este día debemos evocar, nuestro compromiso con la Tierra.
Por supuesto, también hay que decir, amigas y amigos quintanarroenses, no me lo puedo callar porque lo sabemos, que muchos de estos incendios en Quintana Roo no son ni por una botella de cristal, que dejaron ahí tirada, ni es por un rayo que le haya caído a un árbol, estos incendios son provocados por depredadores que quieren que cambiemos el uso de la tierra para objeto de negociación de terrenos y de provechos que son indebidos.
Y yo le digo a esos depredadores, que piensan que vamos a ceder, ya que se quemó un pedazo de selva, que vamos a cambiar el uso del suelo para darle a quién sabe qué líder o lideresa un terreno para los de su grupo político, que ni se equivoque con el Gobierno Federal. No vamos a cambiar el uso de suelo de esos terrenos aunque los hayan incendiado deliberadamente.
Ahora también, también hay que decir, amigas y amigos, cuando fue el otro huracán muy fuerte, en el 97. Cómo se llamó ese huracán, el Gilberto. El Gilberto fue mucho antes, hubo otro a finales de los, probablemente Roxana, en fin.
La segunda parte de la década de los 90, también dejó un importante volumen de madera tirada en la selva y eso provocó, junto con un fenómeno también de cambio climático ya en 1998, los mayores incendios de mucho tiempo que serían casi. Cuánto sería un millón de hectáreas. 800 mil, ingeniero. 800 mil hectáreas perdidas en el territorio nacional.
Hay que decir, amigas y amigos, que le hemos metido muy fuerte a la parte de incendios en el Gobierno Federal y los gobiernos estatales. CONAFOR, concretamente, hoy está trabajando aquí en Quintana Roo con cuatro helicópteros enormes con baldes combatiendo los incendios y hoy estamos por contratar otro más para poder combatir frontalmente esos incendios.
De las 800 mil hectáreas perdidas por incendios en 1998, el año pasado tuvimos 52 mil hectáreas afectadas, nada más, con casi cinco mil incendios.
Este año con todo y que es un año seco, vean el problema que tenemos en la Cuenca del Cutzamala y la Ciudad de México; este año llevamos 13 por ciento menos de incendios en el país.
Y un dato, que dentro de lo malo me parece que es positivo, 35 por ciento menos de hectáreas perdidas que el año pasado.
Así que estamos fuerte combatiendo los incendios y vamos a avanzar hasta proteger nuestras selvas y bosques completamente.
Bueno, en tercer lugar, ya se anunció por la Subsecretaria el Programa Nacional para la Prevención y Gestión Integral de Residuos Sólidos, queremos tener en operación casi 100 plantas de residuos sólidos.
Si ustedes observan, jóvenes, si se van por cualquier carretera o muchas, no prejuzgo, pero hay muchas carreteras en el país que lo que se ve a la derecha y a la izquierda es basura, y basura, y basura, y basura.
Y muchos municipios del país tienen sus basureros a cielo abierto, es un gran daño ambiental. Queremos tener por lo menos 100 Centros Integrales para el Manejo de Residuos Sólidos hacia el final del Gobierno.
Cuarto. Estamos decididos a contar con un manejo sustentable de agua. Cuando entré al  Gobierno se trataba nada más el 30 por ciento más o menos del agua que utilizamos.
Ciudades tan grandes, como Guadalajara o como la propia Ciudad de México no trataban ni siquiera el diez por ciento del agua que utilizan, todavía no la tratan.
Hoy ya hemos inaugurado 117 plantas nuevas de tratamiento de aguas residuales y nuestra meta es que por lo menos el 60 por ciento del agua que se usa en México se trate hacia el final de mi Gobierno y dejar una política que lleve al cien por ciento el tratamiento en la próxima década.
En quinto. Tenemos un trabajo, una estrategia nacional en materia de reducción de gases de efecto invernadero y el impulso de generación alternativa de energía.
En sexto. Estoy proponiendo en todos los foros internacionales, lo hice ahora con el Presidente Obama, lo hice en la Cumbre de las Américas, en Trinidad y Tobago, proponiendo a nombre de México el Fondo Verde, que todos contribuyamos, países ricos o en desarrollo, a un fondo para combatir el cambio climático y que cada quien pueda retirar de ese fondo para sus programas de adaptación o de mitigación.
Siguió con un programa de reforestación o el cambio de electrodomésticos, por ejemplo, que, entre paréntesis, hago un comercial, ya tenemos un convenio con la CFE y próximamente lo haremos también con Luz y Fuerza para cambiar los electrodomésticos, es decir, un refrigerador viejo lo cambian por uno nuevo, nosotros les damos crédito barato para eso e, incluso, les apoyamos con una parte del valor del refrigerador.
Por eso el Programa se llama: Señora, cambie su viejo por uno nuevo, el refrigerador, me refiero, y también el aire acondicionado. Aquí en Cancún yo creo éste que puede también pegar bien.
En fin, ya no me extiendo más, amigas y amigos, séptimo y algo muy importante, una de las razones que nos tienen aquí en el Tecnológico, concretamente, es que también hemos sabido que todo lo que hagamos no tiene sentido si la próxima generación de mexicanos, la generación verde, no tiene una conciencia ecológica, que a mi generación le hizo muchísima falta.
Uno de los grupos mexicanos, mejores de los muchos y muy buenos que hay, por ejemplo, Maná, cuando estábamos en campaña se acercaron y me dijeron: Nosotros tenemos una fundación que se llama Selva Negra. Pero aparte de lo que hacemos, de plantar arbolitos y protestar por la contaminación, lo que queremos es que haya educación ambiental en las escuelas.
Yo dije, bueno, aparte de ser fanático de estos jóvenes, bueno, de mi generación, que se vale, tapatíos, con mucho gusto asumimos ese compromiso y hoy hemos incorporado, precisamente, en la educación nacional del país la materia de educación ambiental; ya lo ha señalado el Secretario de la materia, hemos  hecho ya nuevos libros de texto de geografía, de ciencias y de historia para la primaria, que van a incorporar la educación ambiental.
Yo creo que no existe mejor manera de celebrar el Día de la Tierra, amigas y amigos, que educando a millones y millones de jóvenes en la primaria, en la secundaria, en el bachillerato, en los tecnológicos, en educación ambiental; conociendo nuestros problemas y nuestra realidad.
Que a través de una política educativa-ambiental sumemos a México a una verdadera celebración del Día Mundial de la Tierra y que así contribuyamos a una nueva generación de mexicanas y mexicanos que no sólo amen profundamente a México, sino amen profundamente a nuestro planeta, que amen la tierra, la cuiden y puedan hacerla reverdecer y revertir con un nuevo espíritu lo que muchas, muchas generaciones de seres humanos, anteriormente, vino deteriorando.
Se puede, se puede tener un México limpio, se puede tener un planeta limpio, la clave está en la educación ambiental.
Hoy, para celebrar el Día de la Tierra, estamos impulsando, precisamente, la educación ambiental en todos los planteles de educación básica en el país.
Enhorabuena para todos y muchísimas gracias.